NO HAY MÁS ¿VERDAD?
27.03.2024
Evelyn Martínez
Las plataformas de streaming ofrecen entretenimiento al alcance de un click, ¿cierto?, pues no, no siempre es así, a pesar de extender un catálogo casi infinito de contenido audiovisual no todo es entretenido y original, incluso algunos parecen escritos por cualquiera de nosotros en nuestra rara pubertad dentro de Wattpad. La realidad es que muchas películas están basadas justamente en historias de Wattpad con su estilo tan característico y con protagonistas basados en los famosos del momento.
Esto no quiere decir que sea algo malo, no del todo, pues todos hemos leído alguna historia así, ya sea de forma irónica o no. Visto de ese modo no podría ser un problema, pero lo es por la mala calidad narrativa y audiovisual que ofrecen a los públicos más jóvenes. Es como si las nuevas generaciones no tuvieran acceso a un buen contenido. Son contadas las series y películas juveniles que ofrecen una trama distinta o innovadora, pues todas siguen la misma línea y crean mundos que, lejos de ser interesantes, se vuelven una copia absurda y grotesca de la realidad (que ya de por sí es bastante absurda)
Esto no solo se limita al live action, también se ve en los trabajos de animación de cualquier tipo que, cuando se dirigen a públicos jóvenes, parecieran tener menos empeño en la trama, diseño y elaboración, ¿quiere alguien pensar en los niños y jóvenes? Ellos merecen algo más que contenido mediocre, bizarro e insustancial. No deseo malentendidos, pues creo que de jóvenes vivimos lo mismo, con nuestros padres tachando de contenido basura todo lo que veíamos, pero, en verdad no encuentro nada rescatable en las series juveniles de la actualidad.
Además, muchas películas y series se dirigen a audiencias que recién forman conceptos como el del amor y estas afectan las percepciones de los jóvenes, idealizando conductas insanas, relaciones violentas o sencillamente cuestionables, entonces ¿deberíamos prohibir el acceso a este tipo de contenidos? No, la realidad es que debemos supervisar el contenido que consumen los menores generalmente y también el que consumimos nosotros. Hay que esclarecer los límites entre lo bueno y malo de este contenido, porque claro que podemos disfrutar de tramas bizarras y enfermas mientras entendamos que solo es ficción, de lo contrario todo esto nos envolverá en la cultura de la basura.
